Cuando el material de los bordes se presenta poroso y no se eliminan las micro asperezas superficiales, es necesario pulir para alisar la superficie. Esto puede realizarse antes o después del cepillado según el modo en el cual se adapte el material. El pulido puede lograrse utilizando una amoladora que permita obtener el mismo resultado que se obtendría si se utilizara papel de lija de grano muy fino.