Los túneles de deshidratación son cajones metálicos suspendidos de los cielorrasos de la planta de producción para optimizar el espacio. Las pieles se colocan sobre astas metálicas y se transportan con una cadena aérea que se halla dentro del túnel, alimentado con aire calefaccionado, con temperatura y humedad reguladas. Las condiciones climáticas favorecen la natural evaporación y el acondicionamiento manteniendo constante el grado de humedad. Además, las transportadoras de cadena suspendida permiten trasladar el producto en las áreas de producción incluso si están alejadas entre sí.