Este proceso se desarrolla gracias a la acción de una serie de rodillos, entre los cuales hay un rodillo de cuchillas circulares que acciona ante el cambio de presión contra el rodillo prensador, comprimiendo y escurriendo las pieles quitando así una notable cantidad del agua que puede haber impregnado las pieles; el proceso ensancha y aplana las pieles; elimina al máximo posible las rugosidades, alisa y deja las pieles bien planas.